Médicos Sin Fronteras pone en marcha una prueba piloto de ropa interior menstrual para las mujeres en crisis humanitarias.

Médicos Sin Fronteras pone en marcha una prueba piloto de ropa interior menstrual para las mujeres en crisis humanitarias.

Mujeres en crisis humanitarias

© Phil Moore

Ya hace más de 4 años que empezó una bonita relación entre Cocoro y Médicos Sin Fronteras a través de un proyecto piloto en la República Democrática del Congo (RDC).

Si bien en otras ocasiones hemos trabajado con ONGs para reducir el abandono escolar cuando las niñas tienen la menstruación, en esta ocasión el reto era testear qué impacto de mejora podían aportar unas braguitas menstruales a mujeres en situación de desplazamiento.Hasta el momento, según Médicos Sin Fronteras, aunque ha habido algún proyecto sobre higiene menstrual durante las intervenciones humanitarias, existe muy poca evidencia sobre productos menstruales adecuados en situaciones de desplazamiento. La RDC sufre una de las mayores crisis de desplazamiento en África. Tan solo en la provincia de Kivu del Sur más de 200.000 mujeres se encuentran desplazadas según datos de la agencia de la ONU para los refugiados.

Gestionar la menstruación es un derecho fundamental para cualquier mujer en el mundo, y la falta de productos adecuados o espacios seguros para gestionarla puede producir gran malestar, ansiedad, vergüenza y miedo.

Te explicamos cómo está funcionando la prueba piloto con bragas menstruales Cocoro a través de Médicos Sin Fronteras (MSF)

“Las mujeres no quieren que nadie, ni siquiera otras mujeres, sepan que están menstruando”.

Desde MSF se nos pidió un primer piloto destinado a 150 mujeres residentes en la provincia de Kivu Sur, para que pudieran testearlas. A los 3 meses recibimos las primeras respuestas. En este caso Alain Kikwaya-Vangi, de coordinación médica en RDC nos contaba: “La ropa interior era cómoda y limpia, fácil de usar y lavar y, lo más importante, abordaba el importante tema de la privacidad. Para las mujeres de RDC la privacidad es fundamental durante la menstruación, de hecho, las mujeres no quieren que nadie, ni siquiera otras mujeres, sepan que están menstruando”.

Más de 400 mujeres testean ahora las bragas Cocoro en diferentes campos y situaciones.

¡Aun así, había aspectos a mejorar! Por un lado, el patrón debía adaptarse al tipo de braguitas que usan las mujeres congoleñas: debían ser de tallo alto y con los camales más escotados. Por otro lado, se nos pidió que fueran más absorbentes. Nos pusimos manos a la obra, y gracias a la nueva tecnología Cocoro, pudimos ofrecer dos nuevos productos para el testeo. Esta vez el piloto es más amplio (más 400 mujeres), para poder testear las bragas en diferentes campos y situaciones, concretamente en Walikali y en Salamabila.

¡En breve compartiremos el resultado con vosotras!

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