La conciencia sostenible empieza (¡por fin!) a estar más generalizada. Hemos aprendido a reciclar correctamente nuestros desechos, recuperado el cristal sin tanto plástico, aprendido a racionalizar la climatización de nuestros hogares. Hemos aprendido mucho.
Ahora le toca el turno a los productos para la menstruación. Sólo en Europa, el uso de compresas y tampones genera hasta 590.000 toneladas de residuos no-reciclables cada año.
La sostenibilidad no puede ser una etiqueta de moda pasajera. Es necesario que evolucione hacia un compromiso 360º: hacia una sostenibilidad social, una sostenibilidad económica y una sostenibilidad ambiental. Es urgente y necesario que el cambio de mentalidad a favor de unos hábitos de vida más sostenibles se consolide, por parte de las empresas y los particulares, también a la tan estereotipada salud íntima.
En Cocoro tenemos un compromiso indiscutible de producción ética, artesanal y local. Diseñamos y confeccionamos todos los productos en Barcelona y alrededores.
Contribuimos a dinamizar la economía local, y a respetar y defender las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores que producen estos productos.
Apostamos por los tejidos de proximidad y los materiales reciclados y reciclables más respetuosos tanto con el planeta como también con el cuerpo. Tejidos más transpirables, más duraderos, menos agresivos o invasivos con la piel y las mucosas.
Las generaciones más jóvenes están acostumbradas a probar diferentes productos para la menstruación. Pero son muchas las personas que han tenido que hacer un cambio mucho más progresivo hacia una menstruación sostenible.
Un cambio de hábitos siempre cuesta: ¿qué uso? ¿Cómo me organizo? ¿Qué es lo que me funcionará bien? Puede ser que la copa menstrual no te sirva para cada día, quizás las compresas de tela a veces se te muevan, a lo mejor necesites combinar las bragas menstruales con algún producto interno los días de más flujo. Dar el paso no es fácil pero, a la vez, es un proceso muy enriquecedor.
Todas tenemos un camino para recorrer hacia un consumo responsable y sostenible. Pequeños gestos, nuevos hábitos, probar cosas nuevas. Y es la suma de pequeños cambios lo que hace posible grandes revoluciones.
¿Cuál será tu próximo cambio?